Esto tiene que ser simple, si el banquero te lo trata de explicar de forma compleja y palabras extrañas; probablemente te quiera vender la tasa que le pidieron.
Elegir un crédito hipotecario es una de las decisiones financieras más importantes para muchas personas, especialmente cuando se trata de entender las distintas modalidades de tasas que pueden influir significativamente en los pagos mensuales a lo largo de los años. En Chile, los créditos hipotecarios suelen ofrecerse en tres modalidades principales: tasa fija, tasa mixta y tasa variable, particularmente en la compra de propiedades.
Cada una de estas opciones tiene características particulares que pueden adaptarse mejor a diferentes perfiles y necesidades financieras de los clientes, en un determinado momento.
La tasa fija es la opción más estable en términos de planificación financiera, ya que el dividendo, sin incluir seguros, se mantiene igual durante toda la vida del crédito.
Esto significa que no importa cómo fluctúen las tasas de interés en el mercado, tu pago mensual permanecerá constante.
Es ideal para quienes prefieren la certeza y la seguridad sobre el costo total del crédito, aunque inicialmente puede ser más alta que las otras modalidades debido a que el riesgo para el prestamista es mayor.
La tasa mixta ofrece un compromiso entre la estabilidad y la flexibilidad. Durante los primeros cinco años del crédito, la tasa es fija, lo que proporciona una cierta previsibilidad en los pagos iniciales.
A partir del sexto año, la tasa se convierte en variable y puede cambiar anualmente según las condiciones del mercado.
Esta opción puede ser atractiva para quienes esperan una mejora en su situación económica o anticipan bajas en las tasas de interés a futuro. Es especular a que la economía estará mejor en 5 años.
Finalmente, la tasa variable cambia anualmente desde el primer año del crédito, ajustándose según un índice de referencia acordado (por ejemplo, la tasa de política monetaria o una tasa de mercado específica).
Esta opción puede resultar en pagos más bajos al inicio, comparados con la tasa fija, pero implica un riesgo mayor, ya que un aumento en las tasas de interés podría elevar significativamente los pagos futuros.
Año | Tasa Fija (%) | Tasa Mixta (%) | Tasa Variable (%) |
2019 | 4.5 | 4.3 | 4.0 |
2020 | 4.2 | 4.0 | 3.7 |
2021 | 3.9 | 3.7 | 3.5 |
2022 | 4.1 | 3.9 | 3.6 |
2023 | 4.4 | 4.1 | 3.8 |
Nota: Las tasas mostradas son ejemplos y pueden variar según la entidad financiera y las condiciones de mercado. Incluye promedios de: Banco de Chile, Banco Santander Chile, Banco Estado, y BCI (Banco de Crédito e Inversiones).
Elegir entre una tasa fija, mixta o variable depende en gran medida de tu situación financiera, tu tolerancia al riesgo y tus expectativas económicas a futuro, también suerte en el caso de que te quedes con la opción variable.
La clave es comprender bien cada opción y cómo estas pueden impactar tus finanzas antes de tomar una decisión. En cualquier caso, si logras "asegurar" una buena tasa fija te va a, probablemente, ahorrar muchos dolores de cabeza.
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Sebastián Saá Ruiz
De Punta Arenas 🧉 entre lengas, blockchain y Bitcoin.