Precios disparados desde hace meses—ayer publicaron las cifras oficiales en Estados Unidos sobre su inflación y quizás mejor cerrar los ojos—crisis energética en el viejo continete, amenazas de recesión, cortes en las cadenas de suministro, incertidumbre política y más. Vivimos tiempos confusos, por decir lo menos.
Mirando diversos indicadores, el último trimestre del año comienza crítico. Comenzando con el precio de commodities—materias primas—estos están todos al alza. Reflejando la demanda que requieren países e industrias para su crecimiento económico, cuya escasez y precios más altos se deben entre otras cosas a la pandemia, estímulo financiero como respuesta a la crisis sanitaria, y en último lugar a la guerra en Ucrania, no nos dan tregua.
Los precios de los alimentos se sienten abrumadores. A nivel mundial, estos han alcanzado su nivel más alto desde que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura—FAO, por sus siglas en inglés—comenzó a medirlas. No hay una sola razón detrás de esta alza, pero la historia nos cuenta que si más del 30% de nuestros ingresos se destinan al consumo de alimentos, revueltas sociales están a la vuelta de la esquina.
La guinda de la torta es la crisis inflacionaria que sufren todos los países—incluyendo Japón. Esto afecta nuestros salarios, ya que todos reciben sus sueldos en pesos, dólares, euros y yuanes—benditos sean aquellos que les pagan en bitcoin. Expongo el siguiente gráfico que muestra la situación en algunas de las economías más poderosas del mundo, para que veamos de qué manera incluso ellos han visto su compensación por trabajo realizado perder valor, y que nadie está a salvo.
Yo sé que no estoy pintando una cuadro con color de rosas. Pero aún así, puedes estar actuando en estos momentos y buscando la manera para protegerte de lo que ocurre y probablemente seguirá ocurriendo.
Si bien antes nos decían que cash is king durante una crisis, dado el panorama económico mundial, esto está alejado de la realidad. Quizás lo último que te conviene hoy en día es guardar fiat, incluso si vives en un mercado emergente y tienes el privilegio de poder acceder a dólares.
“El dinero asustado no hace dinero” es la cita que se ajusta a nuestros tiempos. Ante tanta incertidumbre, miedo y duda, el probable movimiento de todos será ahorrar. Pero, eso no te va a proteger de nada, e incluso te va a exponer al estrés de mañana donde tu dinero valdrá incluso menos. Si bien es contraintuitivo de alguna manera, los tiempos de riesgo son los que ofrecen las mejores oportunidades, y el mercado recompensa a aquellos con agallas y paciencia.
Si bien hoy en día incluso el valor de bitcoin en moneda fiat pareciera pender de un hilo, y las propiedades son las únicas que logran resguardar valor, en algún momento se van a revertir las tendencias y crisis que estamos viviendo. Todo lo que baja sube y viceversa, y aunque la mayoría de nosotros se unirán al baile cuando parezca seguro hacerlo, quizás lo mejor sea mover tu esqueleto ahora ya.
Con el riesgo proviene la recompensa, y solamente hay una manera de resguardarte ante el amenazante panorama económico que estamos viviendo. Como dijo Warren Buffet, “mientras mayor sea el potencial de recompensa en un portafolio, menor es el riesgo que existe”.
Vendrán tiempos mejores, y la valentía paga.
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Pedro Solimano
Soy Pedro, Fundador de La Cadena. Escritor, editor e investigador. Me metí en temas de criptomonedas a principios de 2018, tras darme cuenta de que el sistema financiero tradicional no se alineaba con mis pensamientos políticos. Siempre fui un poco contrario a lo convencional y miraba con mucho escepticismo la información que entregaban los medios y expertos. No soy computín ni financiero de profesión. Me considero humanista. Soy un lector ávido, un escritor próximo a publicar y un curioso de alma. He dedicado—y sigo dedicando—interminables horas a estos temas y pretendo hacerlo por mucho tiempo más.
Esta es una colaboración con el medio independiente La Cadena