El "SAFE" o "Simple Agreement for Future Equity" es un instrumento financiero que se ha convertido en una opción popular entre las startups y los inversionistas que buscan simplificar el proceso de financiación en etapas tempranas.
Este acuerdo permite a las startups recaudar capital sin la necesidad de determinar inmediatamente una valoración de la empresa, lo cual es a menudo complicado y costoso en las primeras etapas.
Un SAFE es un contrato que ofrece pocas variables negociables, diseñado para que las startups puedan obtener financiamiento de manera eficiente.
A diferencia de las rondas de financiación de capital tradicionales, que requieren un acuerdo sobre muchos detalles y una valoración fija de la compañía, los SAFEs simplifican este proceso considerablemente.
Cuando un inversionista participa en un SAFE, está adquiriendo el derecho a recibir acciones futuras de la empresa, generalmente acciones preferentes, en la próxima ronda de financiación (si es que llegan).
El capital invertido se convertirá en acciones a un precio que usualmente es más bajo que el pagado por nuevos inversionistas, gracias a un descuento o a un tope de valoración establecido en el SAFE. Este método beneficia a los inversionistas permitiéndoles comprar acciones a un precio reducido en reconocimiento al riesgo asumido al invertir temprano.
A diferencia de los instrumentos de deuda tradicionales, como los bonos convertibles, los SAFEs no se consideran deuda y, por lo tanto, no hay una obligación de reembolso por parte de la empresa.
Además, no acumulan intereses y no tienen una fecha de vencimiento. Esto significa que no hay una obligación inminente de conversión o pago, lo que ofrece más flexibilidad tanto para la startup como para el inversionista.
Es importante mencionar que los SAFEs también contemplan situaciones como una posible adquisición de la empresa antes de que se convierta en acciones preferentes.
En estos casos, el contrato especifica cómo se tratará la inversión inicial del inversionista, asegurando que sus intereses estén protegidos incluso si la empresa cambia de manos.
Los SAFEs son atractivos debido a su simplicidad y costo reducido en comparación con otros métodos de financiamiento. Permiten a las startups evitar la difícil tarea de valorar la empresa en sus primeras etapas y ofrecen a los inversionistas una ruta más directa para participar en el crecimiento futuro de la empresa.
Para las startups en busca de capital sin la carga de las valoraciones inmediatas, y para los inversionistas que desean apoyar nuevos negocios con potencial de crecimiento, los SAFEs representan una herramienta de financiamiento flexible y eficiente.
En concreto, el SAFE es el amigo de David y Goliat.
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Juan Francisco Rebolledo
CTO @ Sugarblock.